
Dedicamos la publicación del pasado miércoles a resumir el homenaje que se tributó a Joaquín Díaz en el teatro Filarmónica de Oviedo el viernes 13 de mayo (pincha aquí para acceder) y hoy, tal y como anunciamos, nos vamos a centrar en los eventos que tuvieron lugar el sábado 14 y domingo 15 de mayo, en diferentes puntos de la maravillosa geografía asturiana. Señalaremos en su leyenda las fotografías realizadas por Álvaro Cortina, a quien agradecemos enormemente su generosidad al compartirlas con nosotros, siendo de un tal David Muñoz López aquellas en que no se cita autoría. Comenzamos.
SÁBADO 14 DE MAYO
75 cumpleaños de Joaquín. Despunta el día en Oviedo y se inicia una jornada intensa y entrañable, trufada de emociones y sorpresas. La primera parada tuvo lugar en Alles, parroquia del concejo de Peñamellera Alta, donde visitó Villa Mier, casona de indianos que antaño fue propiedad de familiares y donde pasó algunas temporadas en su infancia.

Vemos, por encima y por debajo de estas líneas, varias fotografías de la espectacular construcción, ubicada en un precioso enclave. Imposible no destacar y agradecer la atención que Joaquín recibió de los actuales propietarios.

Como no podía ser de otro modo, se abrió para Joaquín el baúl de los recuerdos, y de allí salieron atropelladas multitud de imágenes cargadas de nostalgia y emotividad. Pudo rememorar anécdotas, vivencias, incluso caídas, asociadas a cada rincón, a cada estancia, a cada objeto de aquel lugar. Emocionantísima conexión entre pasado y presente, incluso también para sus acompañantes, como volvería a suceder en Inguanzo al día siguiente.


La comida posterior, en el cercano restaurante Casa Julián, permitió disfrutar de la espectacular gastronomía local, así como de unas maravillosas vistas, colgados literalmente sobre el embalse Niserias y el río Cares. Llueve con fuerza mientras dedicamos a Joaquín un vigoroso «cumpleaños feliz», probable causa del repentino cambio meteorológico.

La comitiva se dirigió a continuación a la localidad costera de Llanes, en cuya Casa de Cultura se había programado el segundo evento del día. Allí tuvo lugar la proyección del extraordinario documental «El río que suena, reflejo del tiempo: Joaquín Díaz«, dirigido por Inés Toharia e Isaac García y dedicado a su obra y figura. Marisa Elviro, concejala de Cultura de dicho ayuntamiento, acompañó a Joaquín en el estrado y fue la encargada de realizar la presentación.

Al finalizar la proyección, Amnistía Internacional, a través de Gonzalo Olmos -su presidente en Asturias-, la Fundación Nuberu, mediante uno de sus principales impulsores, Chus Pedro, y José Sánchez, alcalde de Cabrales, tuvieron palabras de agradecimiento y diversas atenciones hacia el homenajeado. Concha Fernández Pol, cuya exquisita organización durante los actos desarrollados los tres días de homenaje volvemos a destacar, sorprendió a Joaquín, y al resto del respetable, con una tarta (de la mítica confitería Camilo de Blas), vela incluida que tuvo que soplar el cumpleañero. Las siguientes fotografías recogen varios de estos momentos.



Vemos, bajo estas líneas, a Chus Pedro entregando a Joaquín la preciosa reproducción de una lámpara de mina, reconocimiento de la Fundación Nuberu vinculado a la Asturias minera. A la derecha, Laura Muñoz, de Nuestro Pequeño Mundo, cantando a Joaquín un cumpleaños feliz «estilo Marilyn Monroe».


DOMINGO 15 DE MAYO
Inguanzo es el pueblo en el que nació Germán Díaz, el padre de Joaquín, y fue allí donde este día los cabraliegos le rindieron un emotivo homenaje. Todo comenzó con el recibimiento de honores de la banda de gaitas “Picos de Europa-DOP Cabrales”, que -dirigida por Héctor Braga– le esperaba en la entrada del pueblo. José Sánchez también formó parte del espectacular «comité de bienvenida». Dicen que una imagen vale más que mil palabras.

El pueblo entero «escoltó» a Joaquín desde ese punto hasta la Iglesia de la Santa Cruz, templo barroco construido en 1780 por Pedro de Alonso Díaz, antepasado de Joaquín a quien Carlos IV concedió el título de Marqués de Santa Cruz de Inguanzo. Se descubrió allí, concretamente en su porche de entrada, una placa en honor a nuestro homenajeado, en la que reza el siguiente texto:
«Aún late el pasado en nuestro pulso: las venas cantan los sones de la tierra con la voz de la sangre» Joaquín Díaz (castellano de nacimiento y cabraliego de corazón)




Posteriormente acudieron a visitar el palacio del Mayorazgo de Inguanzo, lugar donde nació el padre de Joaquín y vivió su abuela Fernanda. Se trata de una construcción declarada Bien de Interés Cultural en 1994 edificada durante los siglos XVII y XVIII, una de las mejores y más bellas muestras de la arquitectura civil de la zona. Agradecemos a sus actuales propietarios la posibilidad de visitar su interior, así como de publicar las fotos que recogemos a continuación, y también su labor de «guía» a Javier Inguanzo Díaz, presidente de la Asociación Cultural y de vecinos Cueva del Bosque.




Más tarde, la comitiva se acercó hasta una carpa preparada en la plaza para que todos los asistentes pudieran ser testigos del momento en que Joaquín recibió las credenciales de su nombramiento como hijo adoptivo de Inguanzo, colocándosele la insignia del concejo en la solapa.




Reproducimos a continuación un resumen de las emotivas palabras pronunciadas por Joaquín en este momento:
«Es un honor y un orgullo haber sido nombrado hijo adoptivo de Cabrales. Ahora es una obligación para mí defender que esto siga siendo un paraíso… mi único mérito es ser hijo de mi padre. Pero el que llevaba Cabrales por dentro era él, siempre con recuerdos positivos de su tierra hasta que murió, por eso quiero dedicárselo. Ahora defenderé que mi familia viene de aquí, y que somos asturianos de pura cepa».


Posteriormente tuvo lugar la presentación de «La sangre inútil«, libro de Joaquín Díaz publicado por Mandala Ediciones en 2020 en el que habla de sus raíces familiares y, por tanto, de Inguanzo.



Finalizó la intensa jornada con la actuación de Xuacu Amieva, Nuberu y Héctor Braga, con una inolvidable interpretación final del himno de Asturias.



(Foto: Álvaro Cortina)




Finalizaban así tres días inolvidables, extenso homenaje que Joaquín Diaz recibió con orgullo, emoción e inmenso agradecimiento. La tierra asturiana, origen de una amplia rama familiar, le brindó afecto y cariño a raudales, y ya espera con impaciencia próximas visitas suyas.
Ya sé que nadie es profeta en su tierra, pero que pena da que aquí, en Valladolid, en Castilla, no se haya hecho algo así de bonito.
Felicidades Joaquín
Araceli
Gracias por el comentario, Araceli. Afortunadamente Joaquín Díaz recibe desde hace años homenajes muy merecidos en diferentes puntos de la geografía española. Hubo uno muy interesante en Valladolid en 2014 del que hablamos en su momento en el blog, concretamente aquí: https://cancioneroderomances.com/2014/11/26/homenaje-a-joaquin-concierto/
Desde Islandia, gracias David. Larga vida a Joaquín. Imanol
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¡Un abrazo, Imanol!