Organizado por la Fundación Joaquín Díaz, con la colaboración de la Bodega Heredad de Urueña, el Simposio “Arqueología del sonido: la fonocaptación” tendrá lugar en la mencionada bodega los días 3 y 4 de septiembre de 2021.
La matrícula es gratuita para los socios de Amigos de la Fundación Joaquín Díaz (30 € en el resto de casos). Información e inscripciones: info@funjdiaz.net (teléfono 983-717472).
Algunos sabios de la antigüedad, como Herón de Alejandría o Ctesibio, hicieron uso de la física para idear mecanismos capaces de producir sonidos voluntaria y certeramente creados. Galileo o Kepler estudiaron la importancia de la resonancia en la reproducción del sonido, es decir conocieron y usaron la adecuación de las frecuencias y supieron hasta qué punto una oscilación puede ganar en amplitud cuando se aplica una fuerza de determinada manera. Athanasius Kircher, el famoso jesuita alemán, investigó sobre éste y otros temas hasta el extremo de ser considerado, como Pitágoras y tantos otros conocedores de importantes secretos, un ser extraño, más cercano al ocultismo que a la ortodoxia. Aunque algunos aspectos de los investigados por Kircher no eran novedosos, sí fueron un anticipo de los estudios que después vendrían firmados por Charles Wheatstone, James Maxwell, Hertz o Marconi.
Tampoco sabremos nunca cuáles fueron los propósitos últimos de Charles Cros o de Thomas Edison al diseñar sus artefactos fonocaptores. Ambos, francés y americano, estaban probablemente imbuidos del espíritu de la época, iconoclasta e industrioso, condicionado por la creación de inventos –particularmente los relacionados con nuevas fuentes de energía como la electricidad- que sirvieran para mejorar y hacer más cómoda la vida de las grandes ciudades y de los burgueses que las habitaban y sustentaban.
Poco después de haberse divulgado el invento de Edison un periódico español publicaba: “En la capital de Inglaterra, por el módico precio de dos reales y medio, puede oírse un trozo de ópera sin ir al teatro. Una compañía industrial ha establecido en sitio céntrico de Londres una colección de teléfonos a los que puede aplicar el oído durante un cuarto de hora todo el que pague aquella cantidad”. ¿Era el fin de la música en libertad o era más bien el inicio de una nueva era en la que la música y la tecnología del sonido iban a caminar por sendas independientes? Jonathan Sterne en su obra The Audible Past. Cultural Origins of Sound Reproduction, escribe que a mediados del XVIII el sonido en sí se convirtió en un objeto de pensamiento autónomo frente a nociones anteriores como la voz o la música. A juicio de Sterne fue esa forma diversificada de apreciar un concepto unívoco, lo que prepararía la gran revolución tecnológica.
Viernes, 3 de septiembre
11,00: Javier Barreiro: “Cronología de la grabación acústica”.
12,30: Luis Delgado: Comunicación acerca de los gramófonos, tocadiscos y soportes curiosos expuestos en la Bodega Heredad de Urueña.
20,00: Concierto de Neonymus. «De la prehistoria al futuro».
Sábado, 4 de septiembre
11,00: José Ramón Pardo: “Las compañías de discos en España y los derechos fonográficos”.
12,30: Gonzalo Pérez Trascasa: “Los recopiladores de folklore: Alan Lomax, Schindler, García Matos, etc.»
20,00: Concierto de Germán Díaz. La música de manivela.
Gracias por la invitación, que aguardaba con muchas ganas. Allí nos encontraremos si no hay causas que nos lo impidan. También pido reserva en los del 31 de agosto al dos de septiembre. Gracias ,Imanol Portilla
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