Nueva entrega de la colección de comentarios que el propio Joaquín Díaz está realizando, en exclusiva para nuestro blog, sobre todos sus trabajos discográficos. Publicamos hoy el correspondiente a «Recital» (1968), incluido también en la ficha de este disco, el primero de los publicados por Joaquín (pincha aquí para acceder).
Os recuerdo que también podéis acceder a él mediante la entrada correspondiente de la categoría “Joaquín comenta su obra” (pincha aquí).
Aprovecho para comentar que durante los próximos meses también vamos a publicar los comentarios de Joaquín sobre los siguientes discos: “Canciones de Navidad” (1968), “De mi álbum de recuerdos” (1969), “De la picaresca tradicional” (1970), “En viaje” (1971), “Del cancionero tradicional Vol. 1 – Romances, canciones y leyendas de España” (1971), “Joaquín Díaz, Ignacio Sáenz de Tejada y Álex Kirschner” (1973), “The music of Spain” (1973) y estrenaremos el de «Canciones de Navidad» (1974). Pretendemos con ello mejorar la organización de contenidos del blog, ofreciendo por separado estos comentarios respecto a las fichas de los discos correspondientes.
Hacia 1965 comencé a darme cuenta de la necesidad de tener un disco para “promocionar” y apoyar las actuaciones en directo. Me pareció que el primer paso debía consistir en grabar una cinta con canciones de las que interpretaba en recitales para ofrecerla a una discográfica de Madrid y que ellos gestionaran su distribución y venta. Todas estas cosas que ahora nos parecen tan normales, entonces requerían un esfuerzo suplementario a la normal actividad de un estudiante, de modo que la cabeza andaba siempre a pájaros…
Ya he explicado en el disco que apareció recientemente editado por Ramalama que aquella necesidad de grabar se quedó en nada (o mejor dicho, se quedó en la simple grabación de una cinta) por el desinterés lógico de la discográfica a la que llevé ese trabajo, con lo cual tuve que olvidarme de ello a la fuerza.
Tras un recital en Madrid, en el auditorio que la Voz de Madrid tenía en Hilarión Eslava, además de conocer a Ángel Álvarez fui abordado por Carlos Guitart, un directivo de una nueva discográfica llamada Sonoplay. Carlos me invitó a formar parte de un pequeño grupo de artistas que había comenzado a formar y que pretendía fuesen artistas exclusivos de la marca.
Al regreso a Valladolid me olvidé del asunto y sólo después de una carta de Guitart insistiéndome en lo que habíamos hablado en nuestro primer encuentro, me volví a poner en situación. Esa carta, recibida antes del verano de 1967, tuvo que esperar respuesta hasta después de mi primer viaje a los Estados Unidos que se produjo en septiembre de ese mismo año.
Acordamos vernos en Madrid, en la casa de sus padres, y estudiar un repertorio adecuado para un disco que se grabaría unos meses después en el estudio que Juan Celada tenía cerca de Madrid y en el que se realizaban las grabaciones de la compañía. El disco se iba a llamar Recital -a Guitart le gustaba el formato de mis actuaciones- y, una vez descartada la grabación en directo en un colegio mayor por motivos técnicos, lo más parecido era crear ese ambiente en un estudio con capacidad para un grupo que hiciese de público.
Así se hizo y se eligió el estudio grande de Celada para disponer a “los universitarios” alrededor de los músicos, que éramos José María Morales (al clavecín), Andrés Carreres (a la flauta), Carlos Casasnovas (al contrabajo) y yo mismo (a la guitarra y voz).
Entre el público estaban Antonio Resines, Alex Kirschner (de Almas Humildes), Nacho Sáenz de Tejada, Laura Muñoz, Pat y Juan Ignacio Cuadrado, Jaime Ramiro (que luego serían Nuestro pequeño Mundo), Patxi Andión, Luisa y algunos otros artistas de Sonoplay que se ofrecieron voluntariamente a hacer de audiencia.
A los mandos del control estaba el francés Jean François Beaudet y atento a todo Carlos Guitart como productor…
Joaquín Díaz (Julio 2012)
¡Que joven!!!!!,