Nueva entrega de la colección de comentarios que el propio Joaquín Díaz está realizando, en exclusiva para nuestro blog, sobre todos sus trabajos discográficos. Publicamos hoy el correspondiente a “Canciones de Navidad” (1968), incluido también en la ficha de este disco (pincha aquí para acceder).
Os recuerdo que también podéis acceder a él mediante la entrada correspondiente de la categoría “Joaquín comenta su obra” (pincha aquí).
Después de la salida en mayo de 1968 del disco Recital, hubo una campaña de prensa y radio muy importante por parte de Sonoplay que me obligó a estar en Madrid casi a diario. Esa circunstancia me hizo pensar en la posibilidad de vivir allí para evitar los traslados constantes desde Valladolid.
Durante el verano, que pasé en Viana de Cega en casa de mis padres, Sonoplay inició en TVE algo que muchos años después sería moneda de uso corriente: los spots sobre cantantes y sus discos. Aprovechando que buena parte de la publicidad la gestionaba una empresa filial de Sonoplay (Movierecord) incluyó en horas de bastante audiencia varios anuncios (del disco de Paco Ibáñez “Los unos por los otros” dedicado a García Lorca y Góngora, y de “Ideas”, de Almas Humildes). Cuando parece que me llegaba el turno se acabó el presupuesto (también en esa época se acababan los presupuestos) y tuve que esperar para una próxima vez que nunca llegó.
En cualquier caso, y habida cuenta de que, según sus estimaciones, había tenido éxito el lanzamiento -que se había apoyado en radio con un single, con las canciones En el frente de Gandesa y el Romance del Prisionero-, los directivos de Sonoplay acordaron grabar un nuevo disco antes de fin de año para aprovechar el tirón del primer LP y la campaña navideña que llegaba. Como la discográfica era nueva y apenas tenía catálogo les pareció bien que la grabación se hiciera íntegramente con villancicos. Se me ocurrió que, junto a los temas más conocidos que me pedían, podría incluir algunas canciones que yo mismo compusiera y me puse manos a la obra.
La grabación se realizó en el mes de octubre, también en estudios Celada, y tanto el ingeniero de sonido como el productor repitieron. También los músicos, ya que estaba tan cercana la anterior grabación, había gustado su trabajo y además estaban disponibles. La discográfica contrataba por horas a los músicos, que solían ser de la ONE o músicos clásicos. Algunos hacían también pinitos en el mundo del Jazz…
El disco se grabó, se prensó y salió justo a tiempo: ¡en enero! Entonces empecé a darme cuenta de que en la vida es mejor trabajar solo para poder controlar mejor lo que te rodea y no echar la culpa a los demás de nada. Por cierto, la compañía pagó una sesión fotográfica que, por comodidad y porque todavía no vivía en Madrid, llevamos a cabo en Valladolid. José Antonio Beltrán, artista fotógrafo que vivía en el mismo edificio en que vivían mis padres en Valladolid en la calle de Italia, se encargó de las fotografías, que se insertaron en un encarte que iba dentro de la carpeta con las letras. También me pude dar cuenta de que al salir el disco en enero la mayor parte de las carpetas iban sin ese encarte, no se sabe por dónde se habrían quedado…
Joaquín Díaz (Julio 2012)
Que bonito este álbum, lo tengo especial cariño.
Aunque no sea Navidad, que bien suenan estas canciones. Abrazos de salud y gracias. Imanol Portilla Enviado desde mi iPhone