Son veinte los temas incluidos en este trabajo de Joaquín Díaz grabado y mezclado por Luis Delgado y Javier Coble en el Museo de la Música (Urueña) en 2006 y masterizado por Hugo Westerdahl en Axis (Madrid). Intervienen en su instrumentación, además de Joaquín (voz y guitarra), Germán Díaz (vihuela y zanfona), Luis A. Muñoz (violas), Patxi Pascual (flauta), Ana Alcaide (viola de teclas), Alberto Jambrina (flauta y tamboril, tambor de cuerdas, chirimía y castañuelas) y los ya mencionados Luis Delgado (pandero, pandereta, timbales y nácaras) y Javier Coble (clave, órgano de mano, nyckelharpa, campanil y chirimía). El diseño gráfico corrió una vez más a cargo de Luis Vincent.
Pinchando en cada uno de los títulos es posible escuchar la canción correspondiente, así como acceder a la ficha con los principales datos de cada una:
1.- Romanesca
4.- A quién contaré yo mis quejas
12.- Guárdame las vacas
13.- Mi grave pena
14.- Pensó el mal villano
15.- Caminad señora
16.- Yo me iba mi madre
17.- Tango vos yo el mi pandero
18.- No me digáis madre mal del padre fray Antón
20.- Altísimo Señor
La figura de Francisco de Salinas y la importancia de su obra no son aún suficientemente reconocidas. Es cierto que bastaría con leer la Oda compuesta por Fray Luis de León («El aire se serena / y viste de hermosura y luz no usada / Salinas, cuando suena/ la música extremada / por vuestra sabia mano gobernada…»), para percibir que la admiración de Fray Luis por el músico burgalés no era producto exclusivo de su amistad. Fray Luis quedaba extasiado ante la forma de entender y concebir la música de Salinas, catedrático en Salamanca y maestro de capilla, para quien el arte musical era algo más que cifras o matemáticas.
La intención de este disco es recuperar algunos de los temas que el célebre músico incluyó en el sexto libro de su magna obra (De música libri septem), advirtiendo que eran «populares». De hecho, la definición de música popular que ofrece en ese mismo y valioso estudio, no tiene nada que ver con ambiciones recopilatorias ni visiones académicas, sino con el espíritu de esos temas y la emoción que despiertan en quien los escucha. Curiosa y certera opinión que aún hoy podría suscribir sin quitar ni poner una letra cualquier estudioso de la tradición.
Todos esos temas, canciones y romances, recogidos por Salinas de su propio repertorio, de su memoria, constituyen en conjunto una curiosa antología de melodías y textos que fueron populares en el siglo XVI. En la interpretación, por todo ello, se ha pretendido buscar esa familiaridad, ese sabor íntimo que seguramente tuvieron para el gran músico renacentista.
Joaquín Díaz
A continuación podéis acceder al listado de temas del disco, así como a las letras de todos ellos.
NOTA: Actualización de la entrada originalmente publicada en «Cancionero de Romances» el 27 de junio de 2012.





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